jueves, 13 de marzo de 2008

_material [ALUMINIO]

ALUMINIO
MATERIA PRIMA ABUNDANTE, NO RENOVABLE

Los envases de aluminio son principalmente latas o botes para bebidas gaseosas (refrescos y cervezas). La variedad de tamaños no es tan amplia como en el caso del acero.

Adquisición de las materias primas. El aluminio representa más del 8% en peso de la corteza terrestre. Generalmente se encuentra bajo la forma de silicato o de mezcla de silicatos metálicos. Todo el aluminio producido comercialmente proviene de un mineral llamado bauxita. La extracción de la bauxita es intensiva en el uso de energía. Su conversión en alúmina (óxido de aluminio) mediante el proceso Bayer (que data de más de 100 años, pero que se sigue usando), es uno de los procesos industriales más contaminantes del medio ambiente. Se genera un residuo llamado "lodo rojo" que contiene óxidos y silicatos así como hidróxido de sodio y todos los residuos alcalinos del proceso. La región de las minas de bauxita generalmente acaba convirtiéndose en una zona árida con la desaparición casi total de las especies animales y vegetales que existían. Afortunadamente ya han empezado a usarse nuevas tecnologías que generan un menor impacto ambiental.

Procesamiento de las materias primas. Los procesos industriales para transformar la alúmina en aluminio (lingote) consumen enormes cantidades de energía eléctrica. La transformación del lingote en lámina es ya un proceso que, relativamente, consume menos energía y, por tanto, contamina menos el ambiente.

Producción o conversión de los envases. Los envases hechos de aluminio son muy ligeros. Proveen una larga vida de anaquel y no afectan el sabor o la calidad de líquido que contienen. Las latas de aluminio son compactas y pueden manejarse con facilidad. Los recipientes de aluminio tienen la ventaja de ser una barrera total a la humedad, a gases, a la luz y a los olores.

Proceso de envasado o llenado. Los envases de aluminio se llenan muy fácilmente, a velocidades que van hasta 2,000 latas por minuto.

Distribución y venta. Las latas de aluminio son ligeras, lo cual se traduce en bajos costos de distribución y de emisiones residuales de los combustibles usados en el transporte.

Manejo del residuo:

Reducción de origen. En los últimos 15 años, la cantidad de aluminio utilizada en producción de una lata se ha reducido en 35%. Así, al presente, es difícil continuar la reducción pues se llegó ya a un límite técnico.

Reutilización. Las latas de aluminio normalmente se usan una sola vez, para ser después recicladas o eliminadas en los rellenos sanitarios.

Reciclaje. Las latas de aluminio son reciclables. Las latas usadas se recolectan y son enviadas a una fundición para ser convertidas en lingotes, los cuales a su vez, se transforman en lámina de aluminio. La gran mayoría del aluminio que se recicla se convierte en latas y se reutiliza como envases para bebidas. El reciclaje del aluminio proporciona grandes ahorros de energía y de costo. Cuando se utiliza aluminio recuperado para fabricar las latas, en lugar de materias vírgenes, se logra un ahorro de 95% en la cantidad de energía requerida en el proceso. De una manera general, cuando se consideran los costos de recolección, transporte y transformación del desecho de aluminio por reciclar, el ahorro total es de aproximadamente 40%.

Incineración con recuperación de energía. Actualmente, los sistemas de incineración utilizados en el mundo no destruyen el aluminio que llega a ellos, pero es muy difícil recuperar el residuo producido por la incineración, puesto que se ubica en el fondo del horno, enterrado en la ceniza. Están llevándose a cabo investigaciones sobre este tema, con el propósito de recuperar el recurso antes de que ingrese al horno.

Disposición en relleno sanitario. El aluminio y sus óxidos permanecen inertes en los tiraderos y rellenos sanitarios, no ofreciendo peligro alguno para el medio ambiente.

Degradabilidad. El aluminio no es biodegradable. Sin embargo, se degrada poco a poco en presencia de agua y oxígeno (reacción química en lugar de reacción biológica). El proceso es sumamente lento y, si el aluminio ha sido recubierto, más lento aún. La razón de ello es que el óxido de aluminio tiende a adherirse fuertemente a la superficie del metal, creando una barrera que protege la masa metálica contra mayor oxidación.



BIBLIOGRAFIA
http://www.intracen.org/Tdc/Export%20packaging/EPN/Spanish/epn50s.pdf

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